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Alimentación en pacientes renales en Hemodiálisis

La alimentación se considera como uno de los pilares fundamentales en el tratamiento de la insuficiencia renal, junto a los fármacos y la diálisis.

Las enfermedades renales graves pueden provocar un fallo de funcionamiento en los riñones que normalmente requiere un tratamiento de hemodiálisis. En el tratamiento de hemodiálisis, se utiliza un aparato de diálisis, que asume la función de depuración de la sangre que realizan normalmente los riñones.

Se ha demostrado que el tratamiento de diálisis es más efectivo si se cumplen una serie de premisas en materia de alimentación.

  • La importancia de la dieta.

Una dieta correcta, ayuda a que no aparezca la desnutrición proteica y calórica típica de una mala alimentación sumada a la pérdida de minerales y vitaminas propia de la diálisis, a lo que hay que sumar, las alteraciones en la utilización de las proteínas y los aminoácidos que aparecen en la insuficiencia renal crónica (I.R.C.).

Es muy importante que la persona dializada lleve una dieta adecuada que se ajuste a sus necesidades personales.

En este artículo queremos ofrecer algunos consejos dietéticos para aquellas personas que se dializan periódicamente.

Buscamos ayudar a los familiares para que aprendan la forma de cocinar y alimentar a los enfermos renales con el fin de aumentar la eficacia del tratamiento y la calidad de vida de las personas con insuficiencia renal crónica (IRC).

  • Objetivos de la dieta.
  1. Evitar el aumento de peso excesivo entre una diálisis y otra.
    Buscaremos no aumentar más de 1 kilo al día. La retención de líquidos con el subsiguiente aumento de peso produce una sobrecarga cardiaca ya que obligamos al corazón a bombear un mayor volumen de sangre, eso aumenta la presión arterial y puede provocar una insuficiencia cardiaca. También hay riesgo de producir un edema agudo de pulmón.
    Por todo ello reduciremos la cantidad de líquido a ingerir y sobre todo la sal y los alimentos salados que provocan mucha sed y retención de líquidos por su contenido en sodio.
  2. Evitar las complicaciones por el aumento del potasio en la sangre.

    El aumento de la concentración de potasio en sangre produce síntomas como sensación de hormigueo, adormecimiento, dolor muscular, disminución de la fuerza que impide caminar o moverse, palpitaciones, incluso podría producir un paro cardiaco. Para evitar esto se recomienda tomar en la dieta, frutas y verduras bajas en potasio.
  3. Reponer los nutrientes que se pierden a través de la diálisis.
    Durante la diálisis se eliminan de la sangre, no solo sustancias de desecho (toxinas) sino también algunos nutrientes como proteínas y vitaminas. Es por eso que, se deben tomar complementos vitamínicos (bajo indicación de su médico) y aumentar el consumo de alimentos con alto contenido de proteínas de alta calidad, como es el caso de algunas carnes (pollo, pavo, pescado, vacuno) y las claras de huevo (albúmina).
  4. Evitar las complicaciones metabólicas y óseas.
    En la insuficiencia renal crónica se pierde la capacidad del riñón para eliminar el fósforo, por lo que éste tiende a acumularse en la sangre, esto provoca trastornos metabólicos y de los huesos.
    Para evitar el aumento del fósforo en la sangre se recomienda limitar el consumo de productos lácteos (solamente a lo indicado en su dieta) y tomar junto a las comidas, los medicamentos que le indique su médico.
  5. Prevenir la aparición de algunas enfermedades crónicas asociadas a la insuficiencia renal.
    Las enfermedades cardiovasculares secundarias a la ateroesclerosis se asocian al aumento de colesterol y otros lípidos en sangre. Por ello se recomienda disminuir en la alimentación las grasas de origen animal: carnes grasas (cordero, cerdo, conejo, etc), leche entera y quesos. Aumentar el consumo de aceite de oliva y limitar el consumo de alimentos con mucho colesterol (embutidos, cecinas, etc.).

  • Alimentación en Hemodiálisis
    1. Agua y otros líquidos

    El aumento de peso (acumulación de agua) entre una y otra sesión de hemodiálisis debe ser una preocupación permanente. Para ayudarle a conocer cuánto podría subir de peso según lo que coma, hemos elaborado una lista con medidas caseras comúnmente utilizadas y su equivalente en peso.

      Medida de líquido Peso
      1 taza de té 200 gramos
      1 plato de guiso con caldo (cazuela) 100 gramos
      1 yogurt 175 gramos
      1 vaso de zumo o de jugo 200 gramos
      1/2 taza de jalea 100 gramos
      1 vasito de helado 150 gramos
      1 plato de sopa 200 gramos
      1 vaso de vino 150 gramos

    Un buen hábito para prevenir el aumento exagerado de peso es pesarse por la mañana y por la noche. Recuerde que se recomienda subir un kilo de peso por día y no más.

    1. Potasio

    El potasio es un mineral que se encuentra en distintos alimentos. El aumento del potasio en la sangre puede constituir una emergencia médica que requiera atención inmediata. Si usted tiene alguno de los síntomas antes mencionados consulte a su Centro de Diálisis o en un Servicio de Urgencia.

    Una forma de eliminar en parte el potasio contenido en verduras y frutas es “lavar” los alimentos. Para ello se deben picar o partirlos en trozos pequeños y ponerlos a remojo en bastante agua, repetir la operación tres veces y después cocinarlos o consumirlos. Este método reduce el contenido de potasio en los alimentos. También sirve para disminuir la sal de los alimentos.

    • Alimentos altos en Potasio
      Aquellos que aportan 200 milígramos o más de potasio por cada porción de alimento. Se puede consumir 1 porción de ensalada o 1 porción de fruta en todo el día, a poder ser el mismo día que le corresponde la diálisis.
      – Verduras: Espinacas, Aguacate (Palta), Coliflor, Zapallo, boniato (camote), Repollo, Coles de bruselas.
      – Frutas: Plátano, Albaricoques (Damascos), Melón, Lúcumas, Kiwi, Naranjas, mandarinas, Uva, Membrillo, Pomelo.
    • Alimentos Prohibidos por su muy Alto contenido en Potasio. No se deben comer nunca.
      – Frutas desecadas: ciruelas, huesillos, orejones, membrillo, manzana, etc.
      – Frutos secos: almendras y pan de pascua que las contenga.
      – Salsas de tomate de cualquier tipo, pasta de tomate en conserva.
      – Polvos con chocolate: Milo, Quick, Colacao, Chocolate, etc.
      – Sal dietética.
      – Frutas autóctonas: arrayán, boldo, corcolen, maqui, rosa mosqueta, murtilla, parrilla, mollaca, voqui.
      – Mermeladas de ciruela, albaricoques (damasco) y (cereza) guinda.
    1. Fósforo.

    El fósforo se encuentra en prácticamente todos los alimentos, por lo que resulta difícil disminuir su consumo.

    • Alimentos Muy Altos en Fósforo
      – Lácteos y derivados: leche, yogurt, helados, manjar, quesos, quesillo.
      – Cereales integrales y derivados: pan integral, pan negro, pan centeno, arroz integral, fideos integrales, harina integral, tallarines integrales, queques o cocas naturistas o naturales, cereales para el desayuno.

      – Legumbres y leguminosas: habas, maíz (choclo), mote, arvejas, habichuelas, porotos granados, lentejas, garbanzos, arvejas, chuchoca. Limite el consumo de legumbres y leguminosas como máximo a una vez a la semana.
    1. Aporte de Sal

    Todos los alimentos contienen de forma natural una cierta cantidad de sal (sodio, Na) que es suficiente para las necesidades del organismo. Por tanto no debemos añadir sal a los alimentos ni comer en exceso aquellos alimentos que contengan mucha sal. Los alimentos salados obligan a tomar más agua para atenuar la sensación de sed que producen.

    El exceso de agua en el cuerpo ocasiona los siguientes problemas:
    – Falta de aire y sensación de ahogo por acumulación de agua en los pulmones.
    – Aumento de la presión arterial, aumento del trabajo del corazón e insuficiencia cardiaca congestiva.
    – Hinchazón de cara, manos y piernas por la imposibilidad de retirar todo el exceso de líquido durante la diálisis, con la consecuente acumulación progresiva de agua en el cuerpo.

    • Consejos para reducir la cantidad de sal que consume.
      – Cocinar todos los alimentos sin sal y agregar a su comida sólo la cantidad de sal autorizada por su médico. Habitualmente entre 2 y 4 gramos al día.
      – Use hierbas aromáticas como alternativa al uso de sal: orégano, ajo en polvo, ralladura de limón, laurel, romero, tomillo, jengibre, albahaca, etc.
      – No consuma alimentos procesados con sal como conservas dulces o saladas, productos de pastelería esponjosos, comida preparada fuera de casa, embutidos, fiambres y cecinas, aceitunas, pan con sal, mantequilla con sal, sopas y cremas de sobre, charqui, productos de cóctel, carnes curadas (jamón, salame, etc.), caldos en cubitos, quesos de todo tipo, galletas de agua o soda, etc. No use bicarbonato o sal de fruta sin consultar a su médico, porque tienen sal y potasio en gran cantidad.
      – Recuerde que comer frutas como sandia, melón, zumos (jugos) de fruta, pepino, piñas y jalea se cuentan como si fueran agua.
    • Consejos para mitigar la Sed
      – Tome agua o líquidos a partir de una cantidad conocida de agua. Un buen ejemplo es usar una botella de 1/2 litro llena de agua y tomar agua sólo de ésta.
      – Humedezca sus labios y boca con una torunda húmeda, en lugar de tomar agua. Chupe trozos pequeños de hielo con algunas gotas de limón. Mastique algún chicle con sabor fresco, sin azúcar.
      -Respire con la boca cerrada. El aire reseca la mucosa de la boca y garganta aumentando la sensación de sed.
      – Evite salir a las horas de más calor. Prefiera las horas más frescas del día para realizar sus actividades. Use ropa de algodón, evite la ropa con fibra sintética ya que aumenta el sudor.